El FIB 2016 acaba con un balance positivo

170.000. Esa ha sido la cifra abismal que ha dejado la vigésimo segunda edición del Festival Internacional de Benicássim. El FIB 2016 ha sorprendido con un cartel que, a priori, no convencía, y que finalmente, ha dejado un buen sabor de boca a todos los asistentes de esta edición, superando todas las expectativas.

Los fibers siempre a la altura del festival ||Foto: Lara Peiró
Los fibers siempre a la altura del festival ||Foto: Lara Peiró

Lo mejor del festival, sin lugar a dudas, era la apuesta del sábado. Muse, Muse y más Muse. Durante todo el evento, el merchandising de la banda fue un must en el look festivalero. El FIB 2016 movía masas y desde hacía tiempo no se veía ningún atisbo de resurrección como en esta edición. Puede que en parte por culpa de los embistes de esta crisis económica que no deja títere con cabeza. Con el grupo inglés, se ha vuelto a vivir un día como en los mejores años del festival.

Un cartel coqueto

Ya se habló de las pequeñas grandes revoluciones. Esos nombres que se tienen que ver con lupa pero que después se convierten en las mayores de las sorpresas del verano. Y así ha sido. Una de las mejores cosas del FIB 2016 ha sido la apuesta valiente por grupos emergentes internacionales.

Zahara durante su actuación en el FIB 2016 ||Foto: Lara Peiró
Zahara durante su actuación en el FIB 2016 ||Foto: Lara Peiró

El 48% del público de esta edición procedía de tierras inglesas. Sin embargo, la cifra que está en auge desde hace ya bastante tiempo es la de la asistencia española. Por ello, la organización ya confirmó la intención de ir introduciendo y darle mayor importancia en el cartel a artistas de tirada nacional. Esta edición contó con los ya imprescindibles catalanes Dorian y la primera actuación de Zahara en el festival. Esos dos nombres encabezaban una oferta nacional como nunca antes se había visto en Benicássim.

Fallos garrafales

Otro punto muy destacable durante toda la celebración ha sido la calidad técnica de  los escenarios, sobre todo del principal y del secundario. Muy buena acústica y un sonido impecable en cada una de las actuaciones que se sucedieron sobre ellos día tras día. Todo ello, a pesar del gran fallo técnico que hubo, como ya se dijo en la crónica del sábado, en el concierto de The Kills. Un apagón a falta de media hora de concierto inexplicable que, por suerte, no eclipsó a la banda.

Aunque el fallo más protagonista de la noche fue el acaecido durante la actuación de la banda inglesa Muse. Fallo que provocó la suspensión del concierto a falta de los bises, es decir, de los últimos cuarenta minutos de concierto. La culpa de ello no fue ni de la organización ni de los artistas. El culpable fue, ni más ni menos, el viento que durante el sábado noche soplaba en la explanada de Las Palmas. Algo que nadie podía controlar como es lógico.

La cara negativa de los escenarios fue la carpa de Radio 3. Un escenario coqueto para bandas que fue discordia permanente por sus grandes problemas técnicos. Y es que en cada uno de las actuaciones que tuvieron lugar en ese escenario, la voz no era más que un susurro de fondo ahogado por los instrumentos. Una lástima pues en la carpa tocaron muchos artista nacionales como Anne B Sweet.

Fuera fronteras

Durante toda la semana se respiró un ambiente de festival bastante pacífico donde convivieron varias nacionalidades. El afamado Brexit no fue tema de discordia aunque sí una palabra muy recurrente en las conversaciones y protestas de los grupos. La cara de pena de los ingleses cuando se nombraba el tema partía el alma. Fue una edición en la que midieron su locura y estuvieron más respetuosos que nunca. Pocos conflictos en el pueblo y en muy buena sintonía con el resto de asistentes. El FIB fue la ocasión perfecta para dejar por un momento de lado banderas y colores y permanecer unidos gracias a la música.

Fiber vibrando durante una de las actuaciones del FIB 2016 ||Foto: Lara Peiró
Fiber vibrando durante una de las actuaciones del FIB 2016 ||Foto: Lara Peiró

Pero ese ambiente tan pacífico no hubiera sido posible sin el equipo de seguridad. Un despliegue impresionante que se incrementó en la jornada de más afluencia -la de Muse por supuesto- y actuación impecable en los momentos más críticos como los desmayos de las primeras filas en los escenarios grandes o los asaltos de los fans al escenario, como sucedió con Mac deMarco. Los controles en el acceso al recinto también se incrementaron este año. Todos estaban en alerta y más cuando por las redes sociales se enteraban del atentado en Niza. Toda precaución durante esos día era poca.

La crueldad de los horarios

Los horarios fueron algo discordantes también. Como se decía antes, la organización intenta fomentar la actuación de grupos españoles pero de una manera un tanto extraña. Dorian en el escenario secundario y coincidiendo con  The Vaccines en el principal. El público español dudó mucho de a cual asistir. Al final la mejor solución fue sacrificar el principio de uno y el final del otro. Una lástima la verdad.

Otra cosa que no se entendieron muy bien fue la doble actuación de Hinds y que The 1975 actuaran en el escenario Visa y no en el principal. Las Hinds, las chicas que están dando la vuelta al mundo. Sí, se tenía ganas de verlas en el festival y además en el escenario principal. Pero anunciar una actuación sorpresa para la primera jornada y verlas a ellas sobre el escenario Radio 3 no gustó mucho. Y menos teniendo en cuenta la calidad de sonido de la carpa… Volviendo a The 1975. Lleno absoluto bajo el escenario Visa, el único que se pudo ver en el secundario durante todo el festival. The 1975 se merecían estar en el principal y fue algo muy comentado por todo el mundo.

The 1975 durante el FIB 2016 ||Foto: Lara Peiró
The 1975 durante el FIB 2016 ||Foto: Lara Peiró

Esta resaca festivalera ha dejado muy buen sabor de boca y ganas de más a pesar del cansancio. La culpa la tienen esos grupos que han sido un descubrimiento o que se han podido ver en directo. Una lista de bandas para añadir al playlist y estar preparado para los festivales del 2017.

Pequeños protagonistas en el FIB 2016

Catfish and the Bottlemen fue una de las grandes revelaciones del festival. Escenario principal y explanada llena de gente vitoreando los temas. Un rock pegadizo que recordaba a inicios de grupos míticos como Arctic Monkeys, pero en una onda distinta por supuesto. Gustaron y mucho. No sería una sorpresa verlos de nuevo por Las Palmas.

La Femme era un grupo que en 2013 dio un golpe en la mesa y saltó fronteras desde Francia. El concierto empezada con sonidos de sintetizador extraños y voces que cantaban en francés. Pero esos sonidos pronto se metieron dentro del cuerpo que comenzaba a bailar de forma extraña y muy divertida. Por supuesto, con su hit psico-tropical, el cuerpo sólo pudo que pedir más y darlo todo hasta la última nota.

Momento de euforia durante el FIB 2016 ||Foto: Lara Peiró
Momento de euforia durante el FIB 2016 ||Foto: Lara Peiró

Con The 1975 no se esperaba que el escenario se les quedará pequeño. Pero así fue. El grupo hizo bailar a todo el público y los encandiló con las luces de neón. Si alguien quiere saber por donde va a ir el camino del pop británica en los próximos años sólo tiene que empezar a escucharles.

Muse, más que sorprender, simplemente no defraudó. Psycho como primer tema para abrir el concierto. La gente enloquecida y la voz de Matt se perdía entre los coros del público que lo dió todo en cada tema de la banda y los arropó de una manera incondicional. Rat Boy también se volvió viral en esta edición. Un grupo con aspecto muy juvenil y gamberro pero que tras sus letras y su estilo rock, similar al de grandes grupos como The Libertines o The Smiths, esconden un trasfondo crítico con una lírica suprema.

En conclusión, un festival de diez con el que vemos que el FIB sigue vivo y además por muchos años más. Por fin se ve la luz y seguro que pronto se vuelve a ver uno de esos grandes carteles tan añorados. Los primeros abonos para la próxima edición ya están a la venta en su página web.