Entrevista a Amarna Miller: «No cobramos una mierda»

Como en los teléfonos escacharrados de los campamentos de verano, se corría la voz entre mis allegados de que entrevistaba a Amarna. Hubo quien quería venir, quien me pedía que le hiciera un vídeo saludándole y quien decía que no tenía ni idea de quién era Amarna. Dentro de este último grupo estaban los que aseguraban «habérsela meneado» con ella sin saber quién era y los que tienen novia. Se me olvidó preguntar a las novias si la conocían. Marina nació un 29 de octubre del 90 y acaba con todos los tabúes, las generalizaciones y los estigmas en cuanto al porno femenino. Estudió en la universidad, tiene como hobby leer y reflexiona en cada pregunta con una respuesta. No es puta, no tuvo traumas infantiles y no se odia por su trabajo. Es una actriz porno sin mordaza, de las de romper cánones. Y eso nos encanta.

Amarna Miller
Fotografía: Rafael Darwich

Me he sentado con políticos, deportistas y cantantes, pero es la primera vez que me siento cerca de una actriz porno…

[Risas] ¿Sí? Me alegro.

¿Sabes? El otro día decía en mi grupo de amigos «voy a entrevistar a Albert Boadella» y hubo unos cuantos que me preguntaban que quién era. Después dije «a quien entrevisto el miércoles es a Amarna Miller» y todos la conocían.

Anda, pues mira que bien.

¿Sigue habiendo tabúes en el sexo femenino? Durante mucho tiempo las conversaciones sobre sexo fueron una cuestión pública masculina pero no femenina…

Ha habido una evolución. Vivimos en una sociedad muy, muy hipócrita en la cual el sexo está bien visto pero a la vez no. Todo el mundo es muy abierto, todo el mundo es bisexual, todo el mundo hace orgías pero cuando te dedicas a algo relacionado con el trabajo sexual o eres aperturista en cuanto a tu sexualidad se ve mal. Sobre todo si eres chica y sobre todo si eres joven. Todavía no está bien visto que una mujer pueda disfrutar de su cuerpo sin que haya algo detrás. Yo es una crítica que veo mucho hacia mi persona. «Seguro que la han violado de pequeña» o «seguro que ha tenido una infancia super turbia». «Tiene que haber algo detrás porque una chica con estudios dedicarse al porno ¿por qué iba a hacerlo?». Para mi no existe esa dicotomía: tienes que hacer lo que te hace feliz.

¿Toda esta aceptación puede ser una justicia historica de esta época de los dos rombos en los que ver una teta era un sinónimo de ‘avance-estancado’?

Justicia histórica…¡me encanta el término! Ya te digo, es un aperturismo un tanto hipócrita en el que de puertas para dentro la gente sigue siendo muy retrógrada y sigue estando mal decir que tienes novia si eres una chica o que te gustan ciertas parafilias, el BDSM por ejemplo. El tema del BDSM, algo con lo que soy muy abierta a hablar en público, y la gente lo sigue considerando como una patología, como si estás enfermo.

Volviendo al tema de las mujeres. Te voy a dar una frase de una mujer mayor y soltera: «todos los hombres ven porno y se van de putas».

Hombre, un poco demasiado generalista ¿no?

La he oído.

¿Sí?

Amarna Miller
Fotografía: Rafael Darwich

Es literal, entrecomillado.

Vaya, qué horror. No entro en las generalizaciones por género. Si eres hombre, esto es lo que tienes que hacer. Si eres mujer, eso es lo que tienes que hacer. Me parecen presiones culturales. En el porno existe una división que para mi es estúpida entre porno para mujeres y porno para hombres. Los hombres quieren ver penetraciones de cerca y las mujeres caricias. Esto realmente no es así, es un cliché, un estereotipo y es hora de que lo rompamos.

¿Te has preguntado alguna vez por qué haces lo que haces?

Pues porque me gusta y me hace feliz. En realidad, todas las decisiones que tomo en mi vida van tomando ese rumbo, hacia esa meta. Cada vez que se me abre una puerta calculo si me va a hacer feliz en el futuro y si va a llenar mi existencia. Si las respuestas son positivas, abro la puerta.

Y lo que piensen los demás ¿está de más?

Nunca está de más pero hay que darle la importancia justa. Sobre todo cuando te dedicas a algo que es polémico te estás ofreciendo al escarnio público. El hecho de pertenecer al sector pornográfico implica que un sector de la población va a estar en contra de lo que yo diga, de lo que yo haga o de por qué he tomado estas decisiones. Es algo que ya sabía cuando comencé con esta vida. Creo que hay que aceptar las críticas constructivas para poder realizar tu discurso pero no tener en cuenta las críticas que no tienen fundamento.

Un comentario acerca de los adictos a algo es que parte de la desintoxicación de ese algo pasa por asumir las críticas de los demás ¿te consideras adicta al sexo?

No, para nada. Esto enlaza un poco con el tema que me preguntabas antes de la mujer como ente sexual. Parece que la mujer en el momento que disfruta del sexo tiene que ser ninfómana. Es una crítica que a los hombres nunca se le hace: al hombre siempre le gusta el sexo. Pero si a una chica le gusta como para mostrarse delante de las cámaras, es que algo tiene que haber. Es lo mismo que te comentaba antes. No soy ninfómana, pero me gusta el sexo y me gusta disfrutarlo delante de las cámaras.

En el sexo ¿hay drogas y rock & roll?

Hay drogas y rock & roll, pero no más que en otras industrias.

Todo esto de que se aleje la parte más sórdida del negocio, de este cliché de bajos fondos, forma parte de una adaptación de una especie de submundo a un negocio multinacional…

Es otro estereotipo. Ese cliché de que todo se consideraba en un ambiente sórdido, turbio, de chicas jóvenes engañadas que han entrado de rebote en esta industria porque no sabían que hacer con su vida…cuando en realidad las que estamos aquí lo hemos decidido por voluntad propia. Otro discurso es el de la trata de blancas. La trata de blancas no existe en la pornografía, no hay esclavitud sexual. Me enrollo como las persianas ¿qué me habías preguntado? ¡Córtame por favor!

Jaja, preguntaba del paso del submundo al negocio multinacional ¿cómo se produce?

Dentro de la pornografía sufrimos muy directamente la manipulación de la información. Cada vez que se expone nuestra industria en un medio generalista se hace de la misma manera: en vez de para mostrar la realidad, para reafirmar las sospechas del espectador: chicas como víctimas, hombres que manipulan…¿Qué pasa? Que cuando sacan algo en ’21 días’, en ‘Callejeros’ o en un programa más globalizado sale lo mismo, las cuatro personas turbias ¿por qué no sacan al resto que nos lo pasamos bien haciendo nuestro trabajo? Hace falta visibilización y que hable más gente.

Decía César González Ruano del periodismo que era un trabajo tan divertido que a veces le parecía excesivo que nos pagasen. No le digo nada si en lugar de escribir es por follar…

[Risas] En este tema yo siempre utilizo la comparación con los futbolistas. Tú a un futbolista no le pagas porque juegue muy bien, que también, le pagas por el beneficio que puede reportar al equipo. Si Cristiano Ronaldo gana más que todos nosotros juntos es porque el beneficio que aporta al Real Madrid es inimaginable. En el porno hay un problema. Cobramos. Cobramos más que alguien de la calle. Pero en comparación con el dinero que estamos reportando a las empresas no cobramos una mierda. Es mi gran crítica a la industria: hay que mejorar muchas cosas pero los salarios son una de ellas.

Actriz porno ¡y con novio!

¡Sí!

Amarna Miller
Fotografía: Rafael Darwich

¿Entiende que a parte del pueblo no le pueda parecer ‘normal’?

Porque siempre se establece un mismo modelo de relación único que es válido. Desde pequeños nos han metido en la cabeza que la monogamia es el único sistema con el que se puede tener una relación de pareja. Para mí no lo es. Y no lo sería aunque no estuviese en el porno. Yo me considero dentro del poliamor. Básicamente yo lo que considero es que en mi pareja o mis parejas no quiero tener una exclusividad ni afectiva ni sexual porque me parece que el amor es algo muy frágil, muy bonito y muy complicado de encontrar como para cerrarme las puertas a encontrarlo más de una vez.

¿Y no crees que todos podemos practicar el poliamor pero sin hacerlo público? Es normal al final amar a varias personas…

Puede ser. El problema es lo de siempre. La mayoría de la gente tiene relaciones por inercia. Tiene relaciones sin plantearse si ese es el modelo que funciona para ellos. A efectos prácticos ¿tu puedes estar con una persona durante 50 o 60 años? ¿Esto es realista? Porque a mi no me parece realista. La mayoría de gente coge estas relaciones por inercia sin haberlo decidido. La monogamia como elección, me parece perfecta. Pero la monogamia simplemente sin plantear otra cosa es una chorrada. Es de donde vienen los celos, los cuernos, las infidelidades, las frustraciones, la gente que lleva 30 años con una persona a la que no ama y a quien no puede dejar simplemente por el acuerdo que han establecido entre ellos.

¿Cuál es la manera de cambiarlo?

Visibilizarlo. ¡Qué pesada soy con esta palabra! Diciendo que hay otras opciones, que hay otra manera de entender las relaciones y que lo que te dan como preestablecido o adecuado por el contexto puede que no sea lo adecuado para ti como persona. A mi me costó muchos años darme cuenta que la monogamia no era para mi. Yo estaba con novias o novios pero me sentía atraído por otras personas y me sentía mal conmigo misma, pensaba que estaba rota, que había algo mal. Hasta que descubres que hay más gente siguiendo este movimiento, que era normal.

Explicar todo esto suena un poco utópico quizá ¿no te parece una lucha de enanos contra gigantes?

Es cuestión de que vaya habiendo referentes. Uno de los principales problemas cuando empiezas a plantearte estas cosas es que no tienes ningún modelo. En todas partes se vende el método del amor romántico, el de la media naranja. Faltan las referencias que no incluyan este mito: familias poliamorosas con hijos. Esto existe. Esta mañana leía un artículo en Vice Magazine de una pareja de cinco en la que una de las chicas se queda embarazada y un poco la relación entre todos ellos de cómo lo llevan y cómo se acercan a esa situación. Otro artículo hablaba de un hijo criado en una familia poliamorosa y es tan normal como tener un padre y una madre.

¿Es feliz Amarna Miller con su vida?

¡Sí! ¡La verdad es que me encanta! Qué mal suena decir esto…

Quizá el mundo del porno sea el sueño de cualquier persona de bien. Sólo le veo un pero: que se pueda entrar en la ‘maquinización’ del sexo…

Depende de cada uno y de cómo te lo plantees. Tú puedes estar trabajando en una fábrica ocho horas al día y aun así divertirte. Es una cuestión de planteamiento. Con el porno pasa igual. Es cierto que estás teniendo sexo todos los días y que quizá se te baja un poco más la libido en la vida normal, pero la cuestión es gestionarlo. Me estoy quemando, vale. Me estoy dos semanas sin rodar o estos rodajes han sido la leche, sigo por aquí. Un ejercicio de cuestionarse los sentimientos.

Rómpeme un poco el estereotipo. Dime que hay más ‘Amarnas’ en los rodajes.

¡Sí, claro! Se me saca a mi pues porque he decidido salir hacia fuera con el blog y estas entrevistas pero en realidad hay más gente como yo dentro de la industria. No te voy a decir que es lo más normal del mundo pero si que hay gente con estudios universitarios dentro del porno. Yo me considero una rara avis dentro del porno y fuera de él, pero si que hay gente muy interesante con muchas cosas que decir.

Hablas muy bien. Y para ser buen orador hay que ser buen lector ¿te gusta leer?

Me encanta leer. Llevo muchos años dándole caña a la generación beatnik y puedo decir que todos mis escritores pertenecen a ese movimiento. Mi libro favorito es ‘Ponche de ácido lisérgico’ de Tom Wolfe que narra la historia de unos años posteriores de libertad. Al final si me gusta la generación beatnik es porque dentro de un contexto sociohistórico de depresión absoluta de repente aparece esta serie de locos de buena familia que quieren viajar por todo el país subiéndose en trenes, escribir poesía y declarar abiertamente que somos homosexuales o saliendo con chicas de color. Diciendo «por encima de todo, lo que más vale, es la libertad» que es la máxima que yo llevo siguiendo todos estos años.

Coincidimos en el autor, pero no en el libro favorito. El mío es ‘La  hoguera de las vanidades’.

¡Qué chulo! Me gusta mucho Wolfe.

Creo que en casa tengo todo. O casi.

A mi me pasa con Kerouac. Leí hace años ‘La carretera’ y me aburrió un poco. Y llevo un año que me estoy leyendo todo lo suyo.

Amarna Miller
Fotografía: Rafael Darwich

¿Siempre sacas tiempo para leer o aprovechas las esperas en aeropuertos y rodajes?

Con la lectura soy bastante organizada porque me encanta trabajar así que si no me pongo horarios para leer, no leo. Entonces ahora leo una hora mientras desayuno y una hora mientras como. Y eso en los transportes, esperas…al final me devoro los libros.

¿Eres más del Marqués de Sade o de ’50 sombras de Grey’?

De ninguno. ’50 sombras de Grey’ me repugna, no puedo decir cosas más bonitas que eso. He escrito tres artículos diciendo por qué ha sido el peor libro que he leído en muchísimo tiempo. Al final presenta una relación de maltrato encubierta por el BDSM; presenta el BDSM como una enfermedad; la chica sale con el chico accediendo a él porque está enamorada: un despiporre de todo lo que no tienes que hacer en una relación. El Marqués de Sade me gusta en su contexto, en aquella época ser revolucionario, pero se me queda demasiado pomposo.

Fue en la Universidad cuando empieza a interesarte el porno ¿cómo es este proceso?

Siempre había estado en la sexualdiad. Cuando cumplí los 18 años me propuse como una fantasía el meterme al porno pero no lo veía como algo realista. Encontré productoras españolas, mandé mails y no me gustaron las respuestas. En la Universidad comencé a estudiar fotografía y fue mi gran pasión. Además empecé a posar como modelo artística. Se me abrieron las puertas del paraíso. Llegado un momento, empiezo a tomar fotos eróticas a mis amigas que pasan a fotos más explícitas. Yo veía esas fotos y eso es lo que me hubiera gustado cuando mandé los mails. Vi que había un nicho, con 19 años, e intenté monetizarlo y monté Omnia X. Llegado un punto, se hizo natural pasar de detrás de las cámaras a ponerme delante. Estuve un año trabajando para mi propia productora y al año una productora australiana me contactó y me ofreció posar para ellos y era exactamente lo que quería. Me fui a Amsterdam, hice cuatro escenas y les encanté. Y me llamaban cada mes, me daban tres o cuatro escenas y estuve compaginándolo con la Universidad pero rodando muy poco. Al acabar la Universidad en 2012, me metí de lleno.

Este es el proceso del porno. Pero esto tiene un proceso paralelo. Es el proceso en el que hay que ir explicándole a los amigos y la familia cómo va todo esto.

A mis amigos no fue nada traumático, yo creo que todo el mundo se lo olía. A mis padres fue más complicado porque tengo mucha diferencia generacional. Para que te hagas una idea, mi padre va a hacer ahora 70 años y viven en otra época y están convencidos que con una carrera, tienes trabajo asegurado. Para ellos fue una decepción el hecho de dedicarme a algo relacionado con mi cuerpo en lugar de con mi cerebro. Al final tienes que hacer lo que a ti te guste y no puedo vivir con los miedos de los demás así que me tiré a la piscina y aquí estoy.

¿Hay algún momento especialmente complejo en esto o de aceptación?

Ahora mismo es que ya llevo muchos años y ya hay una cierta aceptación. Les gustaría que hiciera otra cosa pero como me ven con la cabeza sobre los hombros y feliz, sin gastarme todo el dinero en zapatos y bolsos, pues lo asumen, aunque les gustaría que hiciese otra cosa.

En el mundo del porno ¿dónde se encuentra la fecha de caducidad de actores y actrices?

Depende muchísimo. En los chicos hasta que quieras. Con las chicas es más complicado, depende de lo joven que parezcas, de cómo te conserves físicamente…Digamos que el tope son los 30. A partir de los 30 ya entras en el terreno de las milfs pero depende de lo joven que parezcas. Hay una actriz española que se llama Alexa Tomas que tiene 30 años y parece que tiene 24 y sigue trabajando muchísimo.

¿Hay cultura sexual en España o queda mucho por enseñar a los jóvenes?

Muchísimo. Una locura. De hecho el problema es que la gente utiliza el porno como medio educativo porque no existe una educación sexual ni en los colegios, ni en los educadores, ni en los padres, ni nada.

Esta educación yo creo que se centra en la prevención de las ETS, algo que está en la calle y también en el porno…

Ahí discrepo. Se centra en decir «abstente de tener sexo porque si no cogerás una ETS». Eso no es ningún tipo de prevención, eso es inculcar el miedo. Con las drogas hacen lo mismo. «No tomes drogas, las drogas son malas» pero no te dicen por qué. Así pasa: la gente las toma de todas las maneras y se siguen poniendo malos y con las ETS pasa lo mismo: no folles o ponte condón. Pero si no explicas como se contagia cada cosa pues la gente normal acaba cogiendo cosas sin saberlo. Sin ir más lejos, la clamidia y la gonorrea se pueden coger haciendo sexo oral a una persona que esté contagiada y en el mundo real nadie usa condón para hacer una mamada. Ahí ya tienes un riesgo absoluto que nadie conoce.

En la entrevista que te hace Risto hablas de las dos ETS que tuviste y explicaste muy bien el método de prevención en EE.UU. Pero tú te contagiaste en Europa ¿qué métodos de prevención hay aquí?

Lo cortaron, es que me enrollo mucho. En Europa tú te haces tus pruebas, las presentas en los rodajes pero al ser muchos países no existen métodos de control igualitarios con lo que no es posible englobarnos a todos en una gran base de datos. Lo bueno de América es que siguen las mismas reglas. Aquí hay mucha deslocalización y no hay manera de establecer un vínculo.

Amarna Miller
Fotografía: Rafael Darwich

Vamos a ir acabando con un jueguecillo. Últimamente paso mucho tiempo con políticos, espero que esto no sea una filia mía oculta. Te digo nombres de políticos y me dices que tipo de sexo les pega practicar y por qué.

¡Madre mía!Estas preguntas siempre me hacen gracia, nunca sé que contestar. Dime, dime…

Albert Rivera

¡Uff! Creo que no me quiero imaginar esto. En serio, es muy turbio.

¿De ninguno o de Albert?

¡Creo que tengo una política super desexualizada, me acabo de dar cuenta ahora mismo! En plan, me parece otro ámbito. Es que me estoy imaginando ahora mismo a Esperanza Aguirre y…

¡También sale!

Jaja, como esté Aznar o Rajoy, me puedo pegar un tiro.

Rajoy era el último, de hecho.

¡Ahí, para acabar dándome un palo! Me interesa la política pero tampoco estoy demasiado metida y ya en Twitter no sé en qué momento se me ocurrió decir que estoy a favor de Podemos y ya medio Twitter me está odiando, así que no sé si quiero meterme en estos desbarajustes…

Iba a cerrar diciendo que dónde te ves dentro de unos años pero mucha de la culpa dependerá de este último que nombraba…

El otro día tuve una discusión con unos amigos que decían que «el futuro está podrido y no hay que votar porque todo será una mierda», pero mi opinión es que si puedes elegir entre una gran mierda y una menos mierda, vayamos a lo que menos tizna. Mi futuro, no me gusta tener planes a largo plazo sino puertas que se cierran o se abren. Hacerme un planteamiento de aquí a 10 o 20 años me parece una estupidez. Hacer planes a largo plazo es acabar rompiéndolos, prefiero vivir el momento e ir cogiendo las oportunidades que me van saliendo.

Nuestro viñetista Batxe, ha preparado una viñeta muy especial sobre Amarna para la ocasión, puedes visitarla aquí: Ver viñeta