Doctor Deseo en escena
Doctor Deseo. || elcorreo.com

Doctor Deseo: Teatralidad musical

En diferentes situaciones, los conciertos han ido acompañados de distintos espectáculos teatrales. Existe un buen número de cantantes que se han inclinado por añadir el baile dentro de sus shows, incluso hay artistas que han ejemplificado perfectamente un estilo a trote caballo entre el teatro y la música, una especie de musical. Dicha práctica da lugar a situaciones sorprendentes, donde el espectador acudirá a un concierto sin importar el repertorio musical o las condiciones de la sala. Doctor Deseo es uno de tantos ejemplos mezcla entre dicha teatralidad y música.

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Doctor Deseo. || Fuente: 1.bp.blogspot.com

El telón del deseo

Para entender qué significa Doctor Deseo es necesario experimentar uno de sus conciertos. Tras quince álbumes, los bilbaínos se han labrado ya un nombre dentro del rock nacional. Mucho de ese reconocimiento se debe a la forma que tienen de ofrecer un show diferente, ameno, divertido y prácticamente único en España. Desde sus inicios en 1987 con su álbum homónimo, siempre han dirigido sus conciertos a una teatralidad y un enfoque distinto, basado principalmente en la conexión con el público. Ese enlace se centra principalmente en la figura de su cantante, Francis Díez.

Cuando Francis salta a un escenario junto a los demás componentes de Doctor Deseo, la magia se torna realidad. El cantante, bajo sus gafas oscuras, su sombrero negro y su liga roja en el pantalón, se lanza a comunicar al público sus pensamientos a través de discursos conectados con las canciones. Llevando el espectáculo más allá, hace a los integrantes del público unos cómplices perfectos. Da un espectáculo cargado de sensualidad, romance y etapas que rozan lo explícito, incluso por momentos lo melancólico. Llevar el deseo en su nombre no es baladí sino una descripción perfecta de lo que ofrecen.

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Doctor Deseo actuando. || Fuente: bilbaoenvivo.files.wordpress.com

Melancólicas, poéticas, gamberras y a menudo con tendencia a temática erótica, Francis Díez es el encargado de llevar las letras del grupo a un estado pocas veces visto en el rock estatal. Si una canción habla del onanismo, el cantante, lejos de ser vergonzoso, empieza a simular el propio acto de una forma ficticia. Si, por otro lado, la canción habla de melancolía, la tristeza invade al cantante y actúa con el dolor que supone cantar sobre un tema así.

Los directos de Doctor Deseo

Acudir a un concierto de Doctor Deseo es, con total seguridad, un acto completamente distinto a escuchar un disco estando en tu casa. La razón reside en que, siempre que seas partícipe del juego que supone, un concierto del grupo bilbaíno es un cúmulo de emociones que se traslada desde la risa a la sorpresa e incluso llega al llanto. Escuchar la voz de Francis Díez en directo a la vez que canta al oído de alguien, baila con una persona del público, o canta sobre la barra de un bar, es parte de lo que hace únicos a Doctor Deseo. El grupo posee un público muy fiel allá donde va, pero le ha faltado propaganda para ser reconocido en este país.

Dejando de lado lo escénico, el grupo ofrece su momento a todos los integrantes. Toro, a la guitarra, enfundado en su gorra y su chupa de cuero, ofrece solos de guitarra que en ocasiones quitan el hipo. Por otro lado, la conexión rítmica entre el batería, Txanpi, y el bajista, Josi, resulta cómplice y ofrece un resultado muy satisfactorio. Raúl, teclista de la banda, tiene momentos donde hace una aparición estelar, como anunciar las primeras notas de «Corazón de tango». Por otro lado, siendo un miembro que ha sido añadido a posteriori, Joe González hace del saxofón un instrumento ya indispensable en los conciertos de Doctor Deseo, potente y con solos realmente sorprendentes.

A pesar de todo nos divertiremos

Tras quince discos en el mercado, Doctor Deseo ha pasado por diferentes tipos de álbum. Algunos más enfocados en la esperanza como puede ser Al amanecer…Seguir soñando, otros en la sensualidad como Deseo: Cartografía Imposible. También están los que destilan el aroma de un concierto, como Metamorfosis: Básicamente lento. De variados estilos en sus canciones, tanto en letras como en música, el grupo bilbaíno ha sabido reinventarse sin abandonar nunca su propia alma característica.

Como ocurre con todo grupo, su trayectoria tendrá una fecha de caducidad donde terminarán con su mezcla del deseo, el amor, el dolor, el gamberrismo, el teatro y sus shows sorpresivos. La fecha es desconocida incluso para ellos, pero cuando ese final llegue, les quedará la certeza de que siempre tuvieron un público fiel allá donde fueron. A pesar de todo, tanto público como banda se divirtieron y se divierten: eso es lo que cuenta.