Mamá, quiero ser feminista

Mamá, quiero ser feminista no es un manifiesto de supremacía femenina. Mamá, quiero ser feminista es una autobiografía ilustrada por «Malota» (Mar Hernández) donde Carmen G. de la Cueva se desnuda ante los lectores para contar todas esas cosas que no se cuentan. Y es que no hay nada mejor para aprender a revelarse que un libro.

Portada de Mamá, quiero ser feminista || Fuente: twicopy.org
Portada de Mamá, quiero ser feminista || Fuente: twicopy.org

La niña, la adolescente y la mujer

Carmen G. de la Cueva, licenciada en Periodismo y posgraduada en Literatura Comparada por la Universidad de Sevilla, es una de las voces femeninas más fuertes de la red. También es fundadora de La Tribu y de la reciente editorial La señora Dalloway, plataformas donde prima la figura de la mujer como ser humano y artista. Así, Carmen ofrece una habitación propia donde poder ser sin censura alguna.

Contar la vida de una persona curiosa y valiente no es tarea fácil. Contarla en primera persona y abrirse al mundo es todavía más difícil. Carmen se sincera durante toda su obra, empezando con su vida de niña inocente en un pueblecito pequeño donde trabó la mejor amistad con los libros. Crecer de esta manera parece implicar una adolescencia complicada. El cuerpo cambia bruscamente de la noche a la mañana. Una se puede ver guapa en el espejo, pero ello no evita el aluvión de insultos si no encaja en el molde establecido. Sin embargo, eso no es un freno: eso solo da alas para escapar. La experiencia de crecer, el camino de hacerse mujer fue para Carmen una lucha constante hasta ser lo que es hoy.

Diálogo

Su libro se abre al lector como un diálogo. Durante sus páginas, uno puede tener la sensación de estar conversando con una amiga sobre sus vivencias y anécdotas. Carmen habla desde su primera regla hasta sus vivencias en países extranjeros, pasando por toda la vida monótona de cualquier pueblo pequeño de España.

Carmen G. de la Cueva
Carmen G. de la Cueva.

El querer comprender y saber todo ha sido el motor de vida de la autora. El cuestionarse lo establecido, el preguntarse el porqué de todo es lo que lleva a una persona a ser rebelde si el mundo en el que vive, el mundo que la sociedad le tiene reservado desde nacimiento, es una injusticia.

Un cuarto propio

Virginia Woolf dio la clave para ser libre: tener un cuarto propio. Carmen se apoya y toma la fuerza de los libros. Libros, en su mayoría, de autoras que no se estudian en las clases de los colegios, institutos y universidades. Siempre hubo mujeres escritoras; es por eso, que el nombre de títulos y autoras se intercalan sucesivamente en la narración autobiográfica de Carmen. Woolf, Brönte y sobre todo Plath, son las autoras clásicas y más citadas durante todo el libro.

Pero no solo las autoras toman importancia, sino que se analiza en diversas ocasiones a las protagonistas femeninas de sus novelas volviéndose hermanas para la propia Carmen. Un ejemplo de ello son las diversas y amplias alusiones a Jo, una de las protagonistas de la novela Mujercitas de Louisa May Alcott. Jo fue una de las primeras referencias en las que Carmen forjó su entusiasmo literario.

Diseño de portada de Una habitación propia
Diseño de portada de Una habitación propia.

La autora de Mamá, quiero ser feminista nos enumera título tras título hasta conformar una guía de lectura bien completa de todo aquello que no se enseña en las aulas. Al final de la narración, de hecho, el lector podrá encontrar todas las referencias literarias citadas durante las páginas del libro con la información necesaria para hacerse con ellos en cualquier librería o biblioteca.

Feminismo

Parece ser que nadie sabe usar bien este término. Incluso la autora de Mamá, quiero ser feminista descubrió tardíamente lo que quería decir esta palabra. Nadie enseña a la mujer el derecho de ser libre e igual que el hombre. Todo lo contrario, aprietan aún más fuerte esa venda en los ojos y cargan sobre las espaldas de la mujer el peso de su condición histórica e injusta. Ser feminista no es violentar al hombre. Ser feminista es quererse a una misma. Ser valiente, buscar la voz y gritar bien alto por aquellas que no pudieron.